Cómo funciona nuestra mente.
La modalidad impulsada hacia la acción, modo hacer.
La forma natural de funcionar de nuestra mente tiene como objetivo conseguir que las cosas se hagan, es decir conseguir los objetivos que hemos preestablecido.
- Mundo externo: hacer la comida, objetivos profesionales, viajar a la luna….
- Mundo interior: sentirme feliz, no cometer errores, ser buena persona…..
Esto es lo que llamamos modo orientado a la acción, modo hacer.
Este modo orientado a la acción, se caracteriza por:
- Lo hacemos de forma automática “piloto automático”. La acción arranca automáticamente cada vez que hay una disparidad entre donde estoy y donde quiero estar.
- Nos relacionamos con la experiencia mediante el pensamiento en vez de sentir la experiencia directamente.Siento que estoy triste, no experimento la tristeza.
- Habitar en el pasado o futuro, nunca en el presente. Nuestra mente avanza en el futuro, imaginando como quiero que sean las cosas, o se remonta al pasado, recordando situaciones similares , pero nos privamos de experimentar la plenitud de la vida.
- Necesitar evitar, escapar o eliminar experiencias desagradables. Ante cualquier experiencia desagradable, el objetivo es evitarla, eliminarla, huir de ella. Esta reacción se denomina aversión.
- Necesitar que las cosas sean diferentes, frente a aceptar que las cosas sean como son. (monitor de discrepancias). Siempre centrados en cambiar, en conseguir que las cosas sean como queremos que sean y no como son.
- Considerar que los pensamientos son la realidad, en vez de simples efectos mentales. Olvidando que pueden corresponder o no con la realidad, que influyen factores como nuestro estado emocional o nuestra experiencia previa.
- Priorizar la consecución de objetivos frente a otras necesidades más amplias. Podemos llegar a centrarnos en conseguir nuestros objetivos de una visión unidireccional, excluyendo todo lo demás como nuestro propio autocuidado.
¿Es malo este modo de funcionar?
No, puede ser realmente útil. Pongamos por ejemplo que nos queremos comprar una casa nueva, el funcionar en modo acción puede resultarnos muy práctico y eficaz.
Pero veamos otros ejemplos, piensa por unos momentos:
“No soy feliz”, “me gustaría ser más feliz”, “no sé qué hacer para ser más feliz”
¿Cómo te has sentido?, seguramente mal, peor, hemos aumentado la distancia entre donde estamos y donde queremos estar. En general este modo de actuar impulsado a la acción, no funciona para problemas internos como: ser felices, no ser de una determinada forma, no experimentar una emoción específica
Pongamos otro ejemplo: He quedado con un cliente para cerrar un contrato, a una hora determinada en sus oficinas. Activo mi modo acción, mi objetivo “llegar puntual a la cita”. De repente hay un accidente y nos quedamos atascados sin ningún tipo de escapatoria. Mi mente funcional comienza a rumiar pensamientos tales como “Debería haber previsto esta posibilidad, ¿Qué van a pensar de mí?, no voy a cerrar el contrato, soy un auténtico desastre”. Y pasaremos todo el tiempo que permanecemos en el atasco dando vueltas y vueltas a las hipotéticas implicaciones qué esto puede tener en mi vida futura.
Existe una alternativa a esta forma de funcionar de nuestra mente, el modo ser, responder a las circunstancias de la vida como nosotros queremos y no de una manera impulsiva.
La práctica del Mindfulness nos enseña a ser más conscientes y nos ayuda a elegir en que modo queremos estar con nuestra mente.
María Fernández de la Riva
Psicóloga clínica M-29020
Experta en Mindfulness.
Tfno. 639 40 74 93