Uno de los fundamentos básicos Mindfulness es la ACEPTACIÓN. Aceptar lo que te ocurre, sea bueno o sea malo, tus experiencias tal como son, sin poner resistencia. La aceptación significa ver las cosas como realmente son en el momento presente.
Sin embargo, a veces , “aceptar” adquiere el significado de “tolerar o resignarse” (como por ejemplo en : “Que se le va hacer, supongo que tendré que aceptarlo”), pero esto es precisamente lo contrario de lo que se pretende desde el Mindfulness.
La aceptación de las cosas tal como son , requiere una fortaleza y una motivación extraordinarias, especialmente cuando son cosas negativas para nosotros.
Tomar las riendas de tu vida a través de la conciencia plena , supone una disposición a trabajar sabia y eficazmente, desde una mente más clara y en calma, con las circunstancias con las que nos encontramos, aceptar los hechos pero evitando una reacción automática. Eligiendo nuestra respuesta.
Cuando nuestra visión no se ve enturbiada por juicios o por deseos de nuestra propia mente, de nuestros miedos, o de nuestros prejuicios y tenemos una idea clara de lo que está ocurriendo , es más probable que sepamos lo que tenemos que hacer, hacia donde nos queremos dirigir.
Trabajaremos sabia y eficazmente como mejor podamos con las circunstancias en las que nos encontramos y con los recursos de los que disponemos, tanto internos como externos, para mitigar, curar, reorientar y cambiar las cosas que podamos cambiar.
Para finalizar este blog, recordemos la plegaria de la Serenidad, también conocida como oración de la Serenidad, es el conocido comienzo de una oración atribuida al teólogo, filósofo y escritor estadounidense de origen alemán Reinhold Niebuhr y cuya versión más conocida dice así:
Señor, concédeme serenidad para aceptar todo aquello que no puedo cambiar,
fortaleza para cambiar lo que soy capaz de cambiar
y sabiduría para entender la diferencia.
