La compra compulsiva, es un fenómeno que se agudiza en fechas como la Navidad o las rebajas, consiste en el afán desmedido, incontrolado y recurrente por adquirir cosas superfluas. Esta adquisición, que se acompaña de sentimientos de ansiedad, irritabilidad y nerviosismo, nos genera una satisfacción inmediata, conseguimos un breve período de alivio temporal de la tensión , pero posteriormente se experimenta un sentimiento de culpa que no impide, sin embargo, volver a comprar, ya que no hay control sobre los impulsos y no se distingue entre deseo y necesidad.
La compra compulsiva es como cualquier otro comportamiento adictivo u obsesivo. Es un trastorno de una conducta normal que, a fuerza de repetirse y de provocar una sensación agradable y satisfactoria momentánea, pasa a ser buscada con ansiedad.
Suele ser una “adicción encubierta” porque la persona no reconoce que tiene un problema y ve normal su comportamiento”, ya que vivimos en una sociedad “totalmente consumista».
Se presenta en el 2 a 8% de la población, principalmente en mujeres jóvenes, con un nivel económico, cultural y profesional elevado. La compra compulsiva suele comenzar a los 18 años pero generalmente, no se manifiesta como un problema hasta 7 o 10 años más tarde, por las deudas acumuladas, sensación de ser rechazado, sentimientos de culpa, dificultades financieras, legales, problemas conyugales y familiares.
Este problema se puede ver incrementado con la entrada de las compras online, ya que sin movernos de casa, e incluso sin dinero en el bolsillo, podemos satisfacer este impulso de compras.
¿Soy un comprador compulsivo?
Estas son algunas de sus características.
- Cuando nos sentimos tristes, deprimidos o enfadados, una manera de calmarnos es ir de compras.
- Compramos con frecuencia cosas poco útiles, que después nos arrepentimos de haber adquirido.
- Tenemos la casa llena de artículos que no hemos usado y seguramente no usaremos.
- Cuando vemos algo que nos gusta, no paramos hasta comprarlo.
- Compramos productos “milagro” aun intuyendo su inutilidad.
- Cuando recibimos el extracto de las tarjetas de crédito, nos sorprendemos de la cantidad e importe de las compras que hemos hecho.
- Pasamos gran parte de nuestro tiempo libre en visitar centros comerciales o ir de escaparates.
¿Qué hay detrás de un comprador compulsivo?
Desde el punto de vista psicológico, las compras compulsivas suelen estar relacionadas con los cuadros de ansiedad o depresivos y una baja autoestima.
Habitualmente pueden ser personas más preocupadas por el “tener” que por el “ser”, con una falta de sentido en sus vidas, desconfianza hacia las propias aptitudes o habilidades y con sentimientos de aburrimiento y frustración, lo que les hace mucho más vulnerables a la publicidad.
¿Cuál es el tratamiento de la compra compulsiva?
Lo primero que deberíamos conseguir, es que la persona que padece una tendencia de compra compulsiva, reconozca su dependencia, y las consecuencias que ésta tiene en su vida, para ella y para los demás.
Entendiendo el trastorno dentro de un contexto más amplio, al igual que en otras adicciones o conductas compulsivas, el tratamiento tendrá de incluir una combinación de técnicas que traten de dar respuesta a la situación de ansiedad y los pensamientos intrusivos.
El Mindfulness y la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT) pueden ser una alternativa a otras terapias más tradicionales y ya se ha demostrado su efectividad en un amplio rango de trastornos adictivos.