Ser  padres es una de las tareas más desafiantes , exigentes, cansadas y estresantes que existen. Y también de las más gratificantes e importantes, ya que da sentido a nuestra vida y tiene una gran influencia en la siguiente generación.

Quizás uno de los libros más desconocidos de Jon Kabat-Zinn, considerado como el padre del Mindfulness en Occidente, es el que escribió junto a su mujer Myla, “Padres conscientes, hijos felices” en el que aplican su experiencia con la meditación y atención plena a la paternidad.

La paternidad puede ser una oportunidad para experimentar un crecimiento, un mayor conocimiento de nosotros mismos y una trasformación extraordinaria si aprendemos a reconocer y sintonizar con nuestros recursos interiores, a atender las necesidades que no fueron satisfechas en nuestra infancia y a aplicar atención, sinceridad y sabiduría a los momentos que pasamos con nuestros hijos.

Todos los individuos, en virtud de su condición humana, cuentan con recursos internos que pueden ser utilizados y cultivados. Cada niño viene a este mundo con sus propias cualidades, carácter y dones. Como padres debemos reconocer la individualidad de cada uno de nuestros hijos, aceptándoles tal y como son, sin intentar cambiarlos para adaptarlos a nuestras expectativas.

Todos los hijos deberían relacionarse con el mundo desde el conocimiento de que es amado y digno de ser amado, y aceptado tal y como es, y como la persona que es.

El mayor regalo que puedes dar a tu hijo es darte a ti mismo. Esto significa seguir creciendo en autoconocimiento y consciencia. El Mindfulnes o atención plena no nos va a decir que hacer ante cada dificultad o situación que se presente con nuestros hijos, pero si nos ofrece una manera de escuchar, de prestar mayor atención a aquello que consideramos importante, y de ampliar nuestra visión para determinar en cada situación que es lo realmente importante.

La práctica de atención consciente en nuestra experiencia como padres, contribuye al bienestar y desarrollo integral de nuestros hijos.