¿Qué son las emociones? ¿Soy responsable de mis emociones?
Las emociones son estados afectivos que experimentamos, reacciones subjetivas a un estímulo o al ambiente, que vienen acompañadas de cambios orgánicos (fisiológicos y endocrinos) de origen innato, influidos por la experiencia.
La etimología de la palabra emoción (emotio, emovere) quiere decir “movimiento hacia”, y es que las emociones implican una aproximación o una defensa. Por lo tanto, las emociones son adaptativas, nos empujan a movernos, a la acción.
Las emociones son como los pensamientos, surgen. Nosotros no las elegimos, y como los pensamientos, también son impermanentes, pasan. Yo no soy responsable de la emoción que siento, pero si de cómo la gestiono.
Pongamos un ejemplo: Si me da miedo subir en avión, me da miedo, no puedo evitar sentirlo. Lo que si puedo hacer es gestionarlo y, aun con miedo, viajar. Si algo me da asco, me da asco, pero puedo decidir si me acerco a ello o no.
Las emociones hay que aceptarlas y sentirlas. Reprimir o negar las emociones nos produce un bloqueo de la información que se transmite al S.N.A (Sistema Nervioso Autónomo) y acabaremos presentando síntomas que somatizaremos en algún lugar de nuestro cuerpo.
El psicólogo Paul Eckman, uno de los grandes expertos en emociones, sugiere que existen seis emociones básicas que son universales a lo largo de las culturas humanas : miedo, asco, enfado, sorpresa, felicidad y tristeza.
- Miedo: Es una señal de anticipación a una amenaza o un peligro, cuando percibimos que no poseemos las capacidades o estrategias para hacer frente a una situación.
- Asco/aversión: Se manifiesta cuando algo no es de nuestro agrado. Está en relación con aquello que no queremos en nuestra vida y queremos apartarlo.
- Ira: Se genera cuando tenemos la sensación de haber sido perjudicados, de injusticia, cuando no conseguimos aquello que anhelamos. La ira nos energiza.
- Sorpresa: Tiene lugar cuando vivimos algo que no esperábamos, tanto positivo como negativo, nos prepara a la acción.
- Alegría: Aparece cuando percibimos algo que nos agrada, que está en sintonía con cosas que nos gustan o nos hacen sentir bien. Es una de las emociones más deseadas y anheladas, pero como todas ellas, no es permanente.
- Tristeza: Surge ante las pérdidas que sufrimos a lo largo de nuestra vida (un familiar, un ser querido, un plan…). Viene caracterizada por una falta de energía. Como nos genera un gran dolor, en la mayoría de las ocasiones, tratamos de evitarla o reprimirla y lo único que conseguimos con eso, es potenciarla.
Acepta tus emociones. Yo no soy responsable de la emoción que siento, pero si de cómo la gestiono.
María Fernández de la Riva
Psicóloga clínica M-29020
Tfno. 639 40 74 93