La neuroplasticidad : un cuento Cherokee
La neuroplasticidad o plasticidad cerebral es la capacidad del cerebro para adaptarse y cambiar como resultado de las experiencias y conductas.
Hasta los años 60, se creía que los cambios en la estructura cerebral solo podían tener lugar durante los primeros años de vida, que a partir de una cierta edad las estructuras cerebrales eran impermutables, así pues nuestra posibilidad de cambio y de aprendizaje en la edad adulta era muy limitada.
Con el desarrollo de la neuroimagen se ha demostrado que el cerebro continua creando nuevas conexiones entre las neuronas y alterando las que ya existen en la edad adulta, lo que quiere decir que somos capaces de modificar hábitos o conocimientos predeterminados y aprender cosas nuevas durante toda nuestra vida.
¿Cómo funciona la neuroplasticidad?
El cerebro está compuesto por más de 100 mil millones de neuronas y contiene billones de conexiones entre ellas, las conexiones sinápticas.
Con nuestras experiencias y conductas, las conexiones utilizadas se fortalecen, mientras las que no se usan son eliminadas. Este proceso se conoce como la poda sináptica.
Las neuronas que utilizamos con mayor frecuencia desarrollan conexiones más fuertes y las que nunca o rara vez se utilizan eventualmente mueren.
Aquí os dejo un cuento popular, mucho más antiguo que la neuroimagen, para reflexionar sobre el poder de la neuroplasticidad en nuestras vidas:
Una mañana un viejo Cherokee le contó a su nieto acerca de una batalla que ocurre en el interior de las personas.
Él dijo, «Hijo mío, la batalla es entre dos lobos dentro de todos nosotros».
«Uno es Malvado – Es ira, envidia, celos, tristeza, pesar, avaricia, arrogancia, autocompasión, culpa, resentimiento, soberbia, inferioridad, mentiras, falso orgullo, superioridad y ego.
«El otro es Bueno – Es alegría, paz amor, esperanza, serenidad, humildad, bondad, benevolencia, amistad, empatía, generosidad, verdad, compasión y fe.
El nieto lo meditó por un minuto y luego preguntó a su abuelo:
“¿Qué lobo gana?”
El viejo Cherokee respondió: «Aquél al que tú alimentes.»
Utilicemos nuestra neuroplasticidad para aprender y practicar conductas que nos hagan sentir mejor y ser mejores personas.
María Fernández de la Riva
Psicóloga clínica M-29020
Experta en Mindfulness.
Tfno. 639 40 74 93