La autoestima podemos definirla como la valoración que hacemos de nosotros mismos a partir de las experiencias y sensaciones que hemos experimentando a lo largo de la vida.

Tener autoestima supone valorarte por el hecho de ser quien eres. No es creerte mejor que los demás, sino aceptarte con tus defectos y virtudes, de forma incondicional. Cuando nos aceptamos y queremos tal y como somos, nos es más fácil crecer y mejorar en todos los aspectos de nuestra vida.

Una baja autoestima podría estar causando dificultades en tus relaciones sociales y que te sabotees a ti mismo en la persecución de tus objetivos vitales. La baja autoestima está detrás de la mayoría de los problemas psicológicos y emocionales, y es un obstáculo para la felicidad.

Siempre hay un porqué, o más bien, un conjunto de factores que le han llevado a este punto.

En una gran parte de los casos, el origen de la baja autoestima está en la infancia o la adolescencia. Es en estas etapas cuando vamos construyendo nuestra propia identidad, en función de lo que nos dicen que somos (padres, amigos, profesores…) y lo que nosotros vamos descubriendo.

 

Estas son algunas posibles causas de los problemas de baja autoestima :

 

  • Demasiada exigencia y desaprobación de las figuras de autoridad.

Los padres y maestros, ejercen una profunda influencia durante la niñez. Si has crecido escuchando que todo lo que haces está mal, que nunca llegaras a nada. Si por mucho que te esforzabas nunca cumplías las expectativas, es probable que hayas interiorizado esas frases y tengas una baja autoestima.

  • Padres poco afectuosos, indolencia afectiva.

Para crecer y desarrollar una autoestima sana, es fundamental sentirse amados. Si de pequeño tuviste unos padres indiferentes emocionalmente, o que por cualquier motivo no estaban cerca de ti, es probable que hayas interpretado esa carencia como que no eres merecedor de afecto y busques la aprobación de los demás en muchos aspectos de tu vida.

  • Educación sobreprotectora.

En el extremo opuesto se encuentran unos padres demasiado sobreprotectores que, sin darse cuenta, han impedido a sus hijos desarrollar sus propias capacidades. Como resultado, es probable que no poseas los recursos necesarios para enfrentar los problemas de la vida y por eso crees que no vales nada como persona.

  • Haber sido víctima de abuso. El acoso escolar, la violencia física familiar o el abuso emocional.

 Son problemas que afectan profundamente a la imagen que tenemos de nosotros mismos. Creces pensando que no tienes el control , es normal que dudes de tus capacidades y que te resulte difícil confiar en las personas.

  • Dificultades en el aprendizaje.

A menudo los problemas en el aprendizaje provocan una baja autoestima, sobre todo si el niño es ridiculizado o reprendido por culpa de sus resultados o discapacidad.

Hay algunos casos,  en que  los problemas de autoestima, no siempre se arrastran desde la niñez o adolescencia, en ocasiones surgen tras un acontecimiento que nos ha provocado gran ansiedad y malestar. Podemos habernos quedado quedarnos estancados en esta etapa y haber minado la valoración que teníamos sobre nosotros mismos.

La baja autoestima es un problema con solución.

Existen numerosas técnicas psicológicas que te pueden ayudar a recuperar la autoestima, a apreciar mejor tus cualidades ,confiar más en ti, reducir tus miedos al fracaso y te permitirán comunicarte de una manera más asertiva, haciendo valer tus derechos y conseguir tus objetivos en la vida.

María Fernández de la Riva

Psicóloga clínica M-29020
Tfno. 639 40 74 93

Uso de cookies

Este sitio web utiliza cookies para que usted tenga la mejor experiencia de usuario. Si continúa navegando está dando su consentimiento para la aceptación de las mencionadas cookies y la aceptación de nuestra política de cookies, pinche el enlace para mayor información.plugin cookies

ACEPTAR
Aviso de cookies
Share This