Porqué es mejor acudir a un Mediador en un proceso de divorcio.
Los conflictos familiares son especialmente delicados ya que implican un factor emocional muy fuerte. Resolver un conflicto en el ámbito familiar por un contencioso en el juzgado, suele tener una serie de consecuencias muy poco deseables, que afectan, de manera casi irreparable, las relaciones entre sus miembros.
Principales ventajas de la mediación:
- Al ser las partes , parte activa en la búsqueda de una solución satisfactoria, aumenta la participación y a las asunción de responsabilidad por lo que los acuerdos son más estables y definitivos.
- La mayoría de las mediaciones son resueltas en unas pocas sesiones. Lo que representa un ahorro importante de tiempo.
- El proceso de mediación también limita los efectos negativos que un juicio contencioso podría ocasionar a la familia, y especialmente a los hijos, evitando el deterioro de las relaciones familiares y la exposición de los hijos al proceso.
- Induce en la pareja actitudes de colaboración, frente a las actitudes de confrontación típicas de los procesos contenciosos.
- No existen perdedores ni vencedores. La mediación propicia la fórmula ganar-ganar por lo que existe mayor satisfacción entre las partes
- Abarata mucho el divorcio, al menos si se compara con los procesos contenciosos. Solo se necesita de un único abogado y un procurador.
Si en la mediación los miembros de la pareja logran un acuerdo, el mediador redactará un documento, un borrador de convenio regulador. Este documento se adjuntará después a la demanda de divorcio que se interponga ante los tribunales y será examinado por un juez, que se asegurará que se respete la ley y que ninguno de los implicados (cónyuges o hijos) haya salido perjudicado.
Una vez que el juez lo apruebe y lo homologue, el convenio tendrá la misma validez que si lo hubiera dictado el mismo tras un proceso contencioso.